CORO DEL 3ERO. "B"

CORO DEL 3ERO. "B"

sábado, 22 de junio de 2019

LECTURA 03


LECTURA 03

Un día llamó a nuestra puerta un tipo extraño; un hombrecillo de baja estatura y algo robusto. Llevaba, cargada sobre la espalda, una bolsa más grande que él. 
- Aquí traigo aparatos para vender - dijo. 
- Enséñemelos - dijo papá. Esta es la máquina de hacer los deberes. Apretando el botoncito rojo, se resuelven los problemas; el botoncito amarillo es para desarrollar los temas y el botoncito verde sirve para aprender geografía. La máquina lo hace todo ella sola, en un minuto.

- ¡Cómpramela, papá! - dije yo. 
- Bueno. ¿Cuánto pide por ella? 
- No quiero dinero - dijo el hombrecillo. 
- ¿Cómo? ¿Acaso usted me la dará gratuitamente, sin esperar nada a cambio? 
- No, pero no quiero dinero por la máquina. Quiero el cerebro de su hijo. 
- ¡Está loco! - exclamó papá. 
- Escúcheme, señor - dijo el hombrecillo, sonriendo-. Si la máquina le hace los deberes, ¿para qué le sirve el cerebro? 
- Cómprame la máquina, papá - imploré  -. ¿Para qué quiero el cerebro? Papá me miró un instante y después dijo: 
- Bueno, llévese su cerebro y no se hable más. El hombrecillo me quitó el cerebro y lo guardó en una bolsita. ¡Qué ligero me sentía sin cerebro! Tan ligero que eché a volar por la habitación y si papá no me hubiera agarrado a tiempo, habría salido volando por la ventana. 
-Tendrá que meterlo en una jaula - dijo el hombrecillo. 
- ¿Por qué? - preguntó papá. 
- Porque ya no tiene cerebro. Por eso. Si lo deja suelto, volará hasta los bosques como un pajarillo y en pocos días morirá de hambre. Papá me encerró en una jaula, como si fuera un canario. La jaula era pequeña, estrecha; no podía moverme. Las barras me apretaban, me apretaban tanto que me desperté asustado. ¡Menos mal que solo había sido un sueño! Inmediatamente me puse a hacer los deberes.
 Adaptado de Rodari, Gianni. (1998). Cuentos largos como una sonrisa.

No hay comentarios: