Las escuelas y los colegios de América Latina no son más que espacio de tedio y aburrimiento. Y es el maestro en un tablero dictando clases, una materia estática, una materia que no tiene movimiento, una materia que dice solamente palabras. No buscan otro desarrollo que el desarrollo curricular, centralizando excesivamente solo en los contenidos. Solamente se focaliza el trabajo en algunas capacidades y áreas, el conocimiento actual está parcializado ya que la mirada es parcial. La educación es preventiva, en el siguiente sentido: el niño le pregunta a su profesor: "Profesor, ¿y para qué sirve esto? El profesor le responde: "Algun día lo puedes necesitar". Uno de los problemas más grandes es la COMPARACIÓN, buscan incluso que una calificación o número defina incluso la calidad de persona que eres, buscan ¿comparar? ¿comparar qué? Si cada uno es único, singular e irrepetible, por eso se crean conflictos a nivel cognitivo, con lo cual siempre hay unos ganadores y otros perdedores, se estimula mucho a competir entre ellos. Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz, la gente educa para la competencia y la competencia es el principio de cualquier guerra. Muy poco de lo que pasa en la escuela es verdaderamente importante, nos enseñan a estar lejos unos de otros, y a competir. Padres y maestros no nos escuchan. Por todo eso decimos BASTA! La educación está prohibida.